Daniel es uno de los libros más difíciles de traducir e interpretar, dado que su versión original fue escrita en fracciones de arameo y hebreo combinando ambos idiomas en una misma frase, a su vez este libro es uno de los más importantes de la Biblia, sin quitar importancia a ningún otro, dado que se puede considerar el Apocalipsis del antiguo testamento, el 45% del libro de Daniel es profecía, siendo la estatua de Nabucodonosor una de ellas.
Nabucodonosor fue el Rey del imperio babilónico, este hombre destruyó el primer templo de Jerusalén, y se llevó cautivo 70 años a los judíos, fue aquí dónde Daniel escribió este impresionante libro del antiguo testamento.
DANIEL:2-1,2y3 “En el año segundo del reinado de Nabucodonosor, éste tuvo sueños, y se turbó su espíritu y no podía dormir. Mandó llamar el rey a los magos, los encantadores, los hechiceros y a los caldeos, para que le explicaran al rey sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron ante el rey. Y el rey les dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por el deseo de entender el sueño.” Según la historia, se dice que los babilónicos fueron excelentes astrólogos y magos, dominaban bien el arte de la hechicería, por eso este rey llamó a todo su escuadrón de profetizas para que le interpretaran el sueño.
DANIEL: 1-19y20 “El rey habló con ellos, y de entre todos ellos no se halló ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; entraron, pues, al servicio del rey. Y en todo asunto de sabiduría y conocimiento que el rey les consultó, los encontró diez veces superiores a todos los magos y encantadores que había en todo su reino.” Daniel fue considerado por el rey diez veces más inteligente que todos los magos y encantadores de su reino.
DANIEL: 2-16,17y18 “Y Daniel fue a pedirle al rey que le diera tiempo para declarar la interpretación al rey. Entonces Daniel fue a su casa e informó el asunto a sus amigos Ananías, Misael y Azarías, para que pidieran misericordia del Dios del cielo acerca de este misterio, a fin de que no perecieran Daniel y sus amigos con el resto de los sabios de Babilonia”. Daniel sabía que también moriría al igual que el resto de magos de babilonia, por eso fue ha clamar junto con todos los judíos a Jehová para que tenga misericordia de ellos y no sean muertos a manos del rey Nabucodonosor.
DANIEL: 2-19y20 “Entonces el misterio fue revelado a Daniel en una visión de noche. Daniel entonces bendijo al Dios del cielo. Daniel habló, y dijo: Sea el nombre de Dios bendito por los siglos de los siglos, porque la sabiduría y el poder son de El.”
Recuerde que entre Jeremías y Daniel hay 70 años de diferencia, en la época de Jeremías aquel templo, aquel majestuoso templo de Salomón fue destruido por el imperio babilónico, Jehová permitió que esto sucediera a causa del pecado de los judíos, en aquel tiempo habían muchos profetas, todos se consideraban profetas al igual que hoy en día con los “apóstoles”, Jeremías era el único fiel a la palabra verdadera, todos eran felices, tenían un precioso templo, vivían en completa prosperidad, hablaban solo de riquezas y dinero porque se pensaban que por tener el templo más precioso eso era confirmación de que Dios estaba con ellos. El tener el templo más grande, o el ministerio más grande no le garantiza que Jehová esté allí, y este es un fiel ejemplo.
Babilonia fue el primer gran imperio de la historia, el sueño del rey Nabucodonosor representaba a todos los imperios que iban a existir a lo largo de la historia, cada parte del cuerpo representa a uno, hoy día 2.400 años después de esta profecía solo queda un imperio por manifestarse aunque alguno dicen que ya ha empezado…..
DANIEL: 2-31 al 34 “Tú, oh rey, tuviste una visión, y he aquí, había una gran estatua; esa estatua era enorme y su brillo extraordinario; estaba en pie delante de ti y su aspecto era terrible. La cabeza de esta estatua era de oro puro, su pecho y sus brazos de plata, y su vientre y sus muslos de bronce, sus piernas de hierro, sus pies en parte de hierro y en parte de barro. Estuviste mirando hasta que una piedra fue cortada sin ayuda de manos, y golpeó la estatua en sus pies de hierro y de barro, y los desmenuzó.”
DANIEL: 2-35 “Entonces fueron desmenuzados, todos a la vez, el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro; quedaron como el tamo de las eras en verano, y el viento se los llevó sin que quedara rastro alguno de ellos. Y la piedra que había golpeado la estatua se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra.”
El primer gran imperio de este sueño que Daniel le interpreta al rey Nabucodonosor son los babilónicos, que eran según los historiadores unos horrendos sanguinarios que llegaban a comerse los corazones de las personas como trofeo de conquistas, este imperio vio su fin exactamente como marcaron los profetas como Jeremías.
DANIEL: 9-2 “en el año primero de su reinado, yo, Daniel, pude entender en los libros el número de los años en que, por palabra del SEÑOR que fue revelada al profeta Jeremías, debían cumplirse las desolaciones de Jerusalén: setenta años.” Es decir que el cautiverio de los judíos en manos de los babilónicos iba ha durar setenta años y así se cumplió, posteriormente a que el rey Nabucodonosor muriera comenzó el reinado de su hijo Belsasar y es aquí dónde empieza el fin de este imperio.
DANIEL: 5-1y2 “El rey Belsasar dio un gran banquete a mil de sus nobles, y en presencia de los mil se puso a beber vino. Mientras saboreaba el vino, Belsasar ordenó traer los vasos de oro y plata que Nabucodonosor su padre había sacado del templo que estaba en Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus nobles, sus mujeres y sus concubinas.” Este rey organizó un fiestón, un desmadre brutal con todas sus mujeres y mucho vino, era tal la borrachera que decidió que era buena idea profanar los utensilios sagrados del templo de Jerusalén.
DANIEL: 5-3y4 “Entonces trajeron los vasos de oro que habían sido sacados del templo, la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y el rey y sus nobles, sus mujeres y sus concubinas bebieron en ellos. Bebieron vino y alabaron a los dioses de oro y plata, de bronce, hierro, madera y piedra.” Montaron una fiesta brutal y acabaron adorando a los dioses babilónicos.
DANIEL: 5-5y6 “De pronto aparecieron los dedos de una mano humana y comenzaron a escribir frente al candelabro sobre lo encalado de la pared del palacio del rey, y el rey vio el dorso de la mano que escribía. Entonces el rostro del rey palideció, y sus pensamientos lo turbaron, las coyunturas de sus caderas se le relajaron y sus rodillas comenzaron a chocar una contra otra.”
DANIEL: 5-7y8 “El rey gritó fuertemente que trajeran a los encantadores, a los caldeos y a los adivinos. El rey habló, y dijo a los sabios de Babilonia: Cualquiera que pueda leer esta inscripción y declararme su interpretación, será vestido de púrpura, llevará un collar de oro al cuello y tendrá autoridad como tercero en el reino. Entonces entraron todos los sabios del rey, pero no pudieron leer la inscripción ni dar a conocer al rey su interpretación.”
DANIEL: 5-25 “Y ésta es la inscripción que fue trazada: MENE, MENE, TEKEL, UFARSIN.”
DANIEL: 5-26 “Esta es la interpretación del escrito: MENE: Dios ha contado tu reino y le ha puesto fin.”
DANIEL: 5-27 “TEKEL: has sido pesado en la balanza y hallado falto de peso.”
DANIEL: 5-28 “PERES: tu reino ha sido dividido y entregado a los medos y persas.”
O sea que Belsasar fue el que llevó a la ruina al imperio de Babilonia y esto sucedió justo 70 años después de la profecía marcada por Jeremías. Aquí Jehová marca la caída de un imperio y avisa del surgimiento de otro, los Medo Persas.
Este imperio Medopersa según los historiadores griegos estaba compuesto por cerca de un millón de soldados comandados por el rey Artajerjes, son estos los que acabaran con el dominio del imperio Babilónico haciéndolo desaparecer para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario